sábado, 3 de abril de 2010

La teoría dice una cosa, la práctica otra

Hola a todos/as en esta semana de Pascua y Resurrección. Viendo los porcentajes de ocupación de este período vacacional (por encima de los que preveía el sector), he creido conveniente dejar de lado el análisis de los instrumentos en materia de promoción para compartir mi gran duda en torno a los mercados a los cuales deberemos dirigirnos: ¿a nuevos o hacia los actuales? Y al hilo, lanzar el interrogante sobre las posibles acciones: ¿es bueno continuar con los productos actuales o, por contra, depositar nuestra confianza en nuevos?
La combinación de las opciones citadas concluirán cuatro estrategias turísticas: de penetración, de desarrrollo, de extensión y la que se refiere a la diversificación del sector (horizontal, vertical, concéntrica).
Aunque creo que dar una solución al sector es hoy más una lotería que un tema avalado por la ciencia, en mi opinión debemos apostar por el desarrollo de nuevos productos basados en la satisfacción de clientes nuevos, potenciales, incorporando actividades turísticas nuevas, actividades que muchas veces poco o nada tienen que ver con la principal de la zona.
La teoría parece fácil, la práctica y los resultados son cuestión distinta.
Ah! pero no nos engañemos. En nuestro país tenemos recursos suficientes para "alucinar" a propios y extraños; no hace falta ir a Islandia para llamar a la puerta de nuestros visitantes.

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